Radio Voces y Letras

 

 


lunes, 26 de julio de 2010

A lo lejos...

(Fotografía de Principito009, Walter ( http://www.letrasyalgomas.com/fotografia-f2/energia-t12824.htm ), imagen que por su belleza, me inspiraron a crear estos versos)
I

Ocaso de destellos ambarinos, balas de luces,
la vena impulsa la sangre de las doradas hogueras,
rojizas blancas en fuga, manos del prado celeste
y de la túnica pacífica, puños de verde azulado.
Juerga de peces y algas, corales y de sales,
cortejo de los cirros, paseos de gaviotas,
espíritu de bosques y vuelos del albatros,
viajeros del misterio y del silencio piedra,
momentos esmaltados de áureo atardecer.

El Rey, resiste la premura de la oscuridad
con la sutil alquimia del encanto de algodones,
la trémula quietud de remolinos de antorchas,
vientos de un instante eterno, céfiro de ángel,
breve y profundo grito de un Dios desfallecido,
que clava cuchillos de fuego, a este pedazo de tiempo,
a ese navío de furia, a esa impaciencia de auroras.

A lo lejos, donde el océano comienza para los amantes,
donde la casta arena se humedece con el beso
de los labios de espuma, orgasmo de olas
y el refugio de las novas se vislumbra imposible;
allí, a lo lejos, sobre esa roca
- testigo de arcanos y crepúsculos de siglos -
dos almas funden sus miradas en el horizonte
sublime y amarillo, etéreo y cristalino,
pupilas que veneran el hechizo de fuego,
agua, tierra, aire: Génesis de vida,
universo sin confines, sin fronteras,
ni cadenas: ¡Infinito!.
Allí, donde se engendran las leyendas,
suspiros del astro que calla su destino,
delirio de huracanes que aclaman la grandeza
de la soberbia Diosa, ¡Colosal Selene¡;
leyendas concebidas por la cópula de luces,
historias de fantasmas,
de cangrejos y de estrellas,
de hipocampos y tortugas,
de cantos de sirenas…

…y de dos cuerpos desnudos,
sedientos de la noche.

Ignacio Araya Dinamarca
22 de Julio de 2010

No se calla...

No se calla la ira de la lluvia
que socava el frío y la miseria,
crepúsculo de la indigencia,
azules cuerpos, temblorosos,
errantes, vagabundas inocencias,
eslabones de húmedos harapos
caricias de papeles amarillos,
sangre negra que cubre las veredas,
niebla, soledad, muerte de asfalto…

No se calla la furia de la tierra,
justicia que reclama por su historia,
enojo de volcán encarcelado,
furor de un océano rebelde,
abismos de socorros sempiternos.
Lágrimas de techos destruidos,
lamentos de familias desgarradas,
miedo a caminar por un desierto
parido por la humana decadencia…

¡Calla Dios, la sonrisa del infierno!
¡Calla Dios, la desidia de unos cuantos¡
Mas no se calle la voz de los ancestros,
ni se extinga la utopía de tu paraíso…

Ignacio Araya Dinamarca
07 de Julio de 2010

Caminos y espejos...

Constructor de estos caminos
de un alma que lagrimea,
un alma que carcajea,
un alma que brilla y calla,
a tientas, surca la tierra,
un túnel que nunca acaba,
mas, qué alegría el destino
cuando su ojo vislumbra,
calle soleada y serena
la vida, el alma, la vida…

Alfarero de noble arcilla,
vasijas de fondo humano,
útero fértil la mano
los frutos de una avenida,
laberintos coloreados
en esta mente de acero,
leñador de palabras mustias,
arlequín de risas arcanas,
espejo testigo de años,
la vida, el alma, la vida…

Poeta y hermano de vientos,
soy yo, enigma, momentos,
soy yo, ufano y despierto
viajero con sed de esperanzas,
la vida, el alma, la vida…


Ignacio Araya Dinamarca
03 de Mayo de 2010

Destellos...

Destellos de recuerdos, sólo eso,
lo que queda ya son ráfagas de vida,
corazón sin fortaleza, no hay salida,
ya los años dejan huellas de aflicciones…

La indolencia de estas sábanas sin alma,
no hay ventanas o algún trino: soledades;
la agonía juega ya con la memoria,
brisa gris y un frío azul aquí en mi espalda…

(¡Ay! ocaso,
¡ay! abismo,
¡ay! encierro,
quiten pronto ya la daga
de este pecho,
denme luego su mirada
y sus caricias…
¿Ven?, reclama su eco suave
mi presencia,
¿Ven?, me llama de la tumba
la promesa,
amor eterno,
voy a ti, esposa mía,
soledad, renuncio a ti
ya no hay más daños.)

Destellos de recuerdos, sólo eso,
un sueño, unas palabras, mil canciones,
bendita voluntad de un sí deseado
los hijos que crecieron, ¡Oh! retoños…

…Retazos de un olvido, llanto amargo,
es el camino, ya lo sé, ahora el de ellos,
abandono que carcome mis entrañas,
iluso anhelo el ver, sus caras llanas…

(¡Ay! silencio,
¡ay! desprecio,
¡ay! heridas,
la tarde abre mi pecho
hacia el destino, el infinito…
¿Ven?, este es mi cuerpo
calcinado por el tiempo,
¿Ven?, este es mi cuerpo
que ya apura el desaliento,
mas mi alma, hijos míos, mas mi alma
aferrada al corazón que erguido grita,
de puro amor, intacto, amor sagrado,
deja un canto de aves en la dicha
aunque ahora llore
sobre el velo del olvido…)

Destellos de recuerdos, es la hora,
la paz espera a un paso, a un latido,
ya siento tu regazo, vida mía
hoy cumplo mi promesa, estoy contigo…

Ignacio Araya Dinamarca
14 de Mayo de 2010