Desnudo de otoños,
las hojas marchitas caen por los ojos
de la melancolía,
como payaso triste
que va a actuar por su vida
el espectáculo gris
de una platea
carente de risas.
Desnudo de heridas,
la piel del asombro,
frente a la ausencia
y la soledad
que huye y maldita
su suerte
la traen de regreso
a su propia sangre.
Desnudas ventanas
sin marcos, sin cristales,
austeros los vientos
que mueven las ramas,
secas, cansadas…
Y el reloj avanza,
golpeando cabezas
sus aspas guerreras…
Ignacio Araya Dinamarca
14 de Abril de 2012
las hojas marchitas caen por los ojos
de la melancolía,
como payaso triste
que va a actuar por su vida
el espectáculo gris
de una platea
carente de risas.
Desnudo de heridas,
la piel del asombro,
frente a la ausencia
y la soledad
que huye y maldita
su suerte
la traen de regreso
a su propia sangre.
Desnudas ventanas
sin marcos, sin cristales,
austeros los vientos
que mueven las ramas,
secas, cansadas…
Y el reloj avanza,
golpeando cabezas
sus aspas guerreras…
Ignacio Araya Dinamarca
14 de Abril de 2012